El año pasado estuve unos días de vacaciones en Lanzarote y Fuerteventura y me la pasé pipa. Qué playas, qué paisajes, qué lugares más bonitos. Una de las cosas que más disfruté fue la comida (en principio disfruté mucho el "no cocinar" jaja).
Un día, a orillas de una playa en Fuerteventura, me fui al chiringuito más cercano y decidí averiguar si por esos lados sabían qué es un ORIQUETE. El camarero era también el dueño del local y desbordaba alegría; así que pensé: es la perfecta víctima para saciar mi curiosidad sobre el ORIQUETE (es que en serio, me persigue).
Minutos más tarde nos dice: ¿qué desean comer?, de inmediato le contesté: quiero algo que contenga ORIQUETE. El chico se quedó pensando unos minutos, suspiró, me miró y para mi sorpresa respondió: saliendo un especial con extra de ORIQUETE para la mesa 3.
El plato que me trajo con ORIQUETE, es el que ven en la foto...
...Aún no se si la respuesta a mi pregunta ¿Qué es un ORIQUETE? está en ese plato o si el camarero-feliz, por hacerme la gracia y darme el gusto, me terminó por confundir más. Aunque, debo reconocer, que disfruté ese almuerzo muchísimo más que el resto, gracias a la ilusión de que posiblmente había descubierto lo que era un ORIQUETE y, sobre todo, cómo sabía un ORIQUETE.
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